Capítulo 2. Sistema monetario internacional. Regímenes cambiarios.
Kozikowski,
Z. (2007). Finanzas internacionales. México: McGraw-Hill. Segunda
edición.
Regímenes
cambiarios
Una
de las consecuencias de la globalización son los incrementos en los flujos
internacionales, ya sea de bienes y servicios o de capital, por lo que se
necesita de instituciones establecidas que los regulen. De esta manera,
Kozikowski señala que el sistema monetario internacional “es el marco
institucional establecido para efectuar pagos internacionales, acomodar los
flujos internacionales de capital y determinar los tipos de cambio entre las
diferentes monedas”.
Debido
a que cada país tiene soberanía y entre sus facultados se encuentra la
acuñación de su propia moneda, los Estados deben organizarse para comprar y
vender en su moneda o en la de otro país. Así, los mercados de divisas permiten
la transferencia de fondos o de poder de compra de un país y de su moneda a
otro. Una divisa es la moneda de otro país, siempre y cuando sea libremente
convertible a otras monedas en el mercado cambiario. El Fondo Monetario
Internacional clasifica los regímenes cambiarios en ocho categorías:
- No existe moneda nacional. El país utiliza como medio de pago la moneda de otro país.
- Consejo monetario. Por ley, la moneda nacional es convertible, a una tasa fija, a una moneda fuerte.
- Moneda nacional pegada a una moneda o una canasta de monedas.
- Moneda nacional pegada, pero dentro de bandas horizontales.
- Tipo de cambio de ajusto gradual.
- Tipo de cambio ajustable entro de una banda.
- Flotación administrada sin una ruta anunciada.
- Flotación libre.
El
tipo de cambio es fijo si el banco central establece su valor y después
interviene en el mercado cambiario para mantenerlo. El incremento del precio
del dólar (u otra moneda extranjera) en términos de la moneda local se llama
devaluación, es decir, una decisión política. Lo contrario de la devaluación es
la revaluación. El caso de China.
El
tipo de cambio es flexible (de libre flotación) si el banco central no
interviene en el mercado cambiario, permitiendo que el nivel del tipo de cambio
se establezca a consecuencia de la oferta y la demanda de divisas. En un
régimen de libre flotación el debilitamiento de la moneda se llama
depreciación. El fortalecimiento se llama apreciación. El caso de México.
Caso práctico: China y México
China
Puesto
que la República Popular de China tiene un tipo de cambio fijo, el Banco
Popular (Banco Central) puede ajustar su moneda frente al dólar, como sucedió
en agosto del 2015 con un 1.9% frente al dólar. Según China la razón principal
de esta decisión fue hacer más competitivo al país, por lo que es claro que
este ajuste del yuan se debe al rezago de su economía, puesto que había perdido
competitividad y cediendo ante países cuyas monedas ya se habían depreciado
frente al dólar. La
devaluación del yuan se puede explicar por los siguientes factores:
- Datos negativos en China, donde se destaca una desaceleración económica.
- El monto de las exportaciones se redujo y se reportó una caída superior al 8% anual por la moneda fuerte.
- El fortalecimiento de la economía estadounidense y un alza en sus tasas de interés.
- Depreciación de las monedas de Rusia, México, Canadá, Brasil.
- Costosa defensa del yuan en términos de reservas internacionales.
Un
yuan es igual a 0.152 dólares estadounidense, por lo que son necesarios 6.5752
yuanes para una unidad de dólar estadounidense.
México
Desde
el 22 de diciembre de 1994 México cuenta con un régimen cambiario de libre
flotación, año en que varios eventos en el país provocaron la inestabilidad en
los mercados que terminó con un ataque especulativo a las reservas internacionales
del Banco de México. En
el siguiente cuadro del Banco de México se muestran los regímenes cambiarios
que ha tenido México desde 1954:
En
los últimos meses la depreciación del peso mexicano frente al dólar
estadounidense ha tenido un avance de 6.51%, de acuerdo a un artículo del
Economista es “la segunda divisa más vapuleada en América Latina y la sexta a
escala global”. Entre las causas que favorecen la depreciación del peso mexicano
frente al dólar estadounidense se encuentran:
- Volatilidad de los mercados internacionales.
- Temores generados por la debilidad en la economía de China.
- Caída en los precios del petróleo.
- Cambio en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos.
- Fin de la dependencia de las finanzas públicas a las divisas generadas por la exportación de petróleo.
Asimismo,
en el artículo Olaf Sandoval, analista económico de GBM, señala cuatro
mecanismos para defender al país de la reciente volatilidad:
- Las coberturas petroleras para el 2016, contratadas por 49 dólares el barril.
- La línea de crédito flexible con el FMI por 68,000 millones de dólares.
- Los fondos de estabilización de la Secretaría de Hacienda.
- La subasta de dólares por parte de la Comisión de Cambios del Banco d México.
Un
peso mexicano es igual a 0.05 dólares estadounidense, por lo que son necesarios
18.66 pesos para una unidad de dólar estadounidense.
Más
información en:
El
Economista. (2016, 7 de febrero). Peso
mexicano, en el tobogán de la depreciación. Recuperado de: http://eleconomista.com.mx/economia-global/2016/02/07/peso-mexicano-tobogan-depreciacion.
El
Financiero. (2015, 11 de agosto). 5 gráficas que explican por qué China devaluó
su moneda. Recuperado de: http://www.elfinanciero.com.mx/economia/graficas-que-explican-porque-china-devaluo-su-moneda.html.
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